OBJETOS ENCONTRADOS

OBJETOS ENCONTRADOS, 1987-1997
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OBJETOS ENCONTRADOS

1 -OBJETOS ENCONTRADOS, Fotografía, 70x70cm.

2 – Descartes, Fotografía sobre dibon, 140 x 70 cm.

3 – Las cuatro verdades, 1989, Hierro

4 – SUBMARLINO, 1987, 55x73x24cm.
Ripo (Peine de hierro para restregar los manojos de lino y desgranar sus semillas) y Barquilla (Pieza adosada al casco de los barcos pesqueros de madera para proteger el Sonar).

5 – Dromenon- 1990, Roble

6 – Reconstrucción, 1989
Fragmentos de Eje de Molino y de Rueda de carro

7 – Sin titulo. 1988

8 – Boya, 1992
Colección Fundación Fenosa, A Coruña.

8 – FIN DE TRAYECTO., 1989
75x140x55cm.
Madera, plomo,
Colección RENFE, Madrid
La forma que envuelve el plomo es un tronco de madera pulido en las arenas de la playa de Oya (Pontevedra). Lo encontré en casa de un vecino, entre otros maderos que recogía en la costa, para utilizarlos como leña.
Recordaba haber visto este tronco semienterrado en la arena durante años, hasta que un día decidió sacarlo. Era una madera desconocida para el, y gustaba imaginar los avatares de su recorrido , desde donde estuvo enraizada hasta las mismas puertas de su casa. Yo añadí un último trayecto, o el penúltimo.

9 – En el fondo, 1989
Piedras talladas para fondear redes.

10 – Porca y Aguillón. ( Piezas sobre las que gira todo el mecanismo de un molino de agua).
En la India existen piedras similares a estas; se utilizan para majar el arroz, pero también se veneran, en la tradición trántica, por su analogía sexual como símbolo de la Divina Pareja primigenia, macho y hembra al mismo tiempo. La de arriba es el lingam, el falo, como emblema de la deidad masculina, la de abajo, el yoni, la matriz Cósmica.
Para Mingos, que me había regalado estas piedras de su molino abandonado, la de abajo es la porca y la de arriba el aguillón.

11 – TEMPLO, 1993
Tejas de pizarra del Monasterio de Samos.

12 – Arriba y abajo, 1993
Teja de pizarra y acero inoxidable.
De paso por Samos (Lugo) encuentro apiladas a los pies del Monasterio unas tejas de pizarra pertenecientes al tejado de la iglesia que reparaban en ese momento.
Su forma ojival cubierta de líquenes remitía, casualmente, al espacio religioso del que había formado parte mucho tiempo. Un interior convertido por la voluntad de los que a él acuden en un espacio de concentrada comunicación con el todo.
Tradicionalmente, en un ordenamiento espacial. Dios se sitúa arriba y afuera respecto a nosotros que estamos abajo y adentro. En la estructura del templo, la teja horizontal es el límite físico entre esos dos espacios y sus caras expuestas a ambos lados quedan así impregnadas de sus diferencias.

13 – Estantería doble. 1997